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Witchcraft
Witchcraft formada en el 2000 por Magnus Pelander es una banda sueca reconocida por su obsesión por las leyendas del rock doom estadounidense como Pentagram y fue esa la razón por la que formó la banda, enfocados en grabar un tributo a aquella gran banda norteamericana liderada por Bobby Liebling pero la cosa fue mucho mas allá. Magnus Pelander junto a John Hoyles, Jonas Arnesén, y Ola Henriksson, dieron vida a estos brujos., entonces se convirtió en una banda en toda regla.

Hablar de “The Alchemist” (2007, Rise Above Records), es hablar de la alegría del sonido, de la simpleza de la vida, de guitarras limpias y riffs inspiradores (Walk Between the Lines), de Psicodélicos teclados (If Crimson Was Your Color), de un atrevido saxofón (Remembered), sonidos que intempestivos incurren en una genialidad, de la limpia voz de un cantante que me recordó de alguna manera a Jim Morrison.

En el 2012 vino “The Legend” (2012, Nuclear Blast Records), 9 temas donde Witchcraft da un ligero giro al timón, dejando al lado ese sonido oscuro de su predecesor para tomar un camino mas accesible, el cambio que su líder Magnus Pelander hace en la formación incluyendo a Tom Jondelius (Guitar), Simon Solomon (Guitar), Ola Henriksson (Bass) y Oscar Johansson (Drums), influye mucho tanto en la creatividad como en la producción, pero la magia sigue ahí, intacta, por lo que el resultado es una travesía por terrenos insondables de mágica crudeza y una fenomenal exposición folk con elementos doom a cuentagotas, pero donde todos sus integrantes tienen su momento para marcar su sello personal. Y qué decir de las canciones que conforman este álbum, genialidad de una banda que nació como tributo y que luego desato toda la creatividad contenida, ‘It’s Not Because of You’, ‘An Alternative to Freedom’, ‘Ghosts House’, ‘White Light Suicide’ y de zancadilla me encuentro con ‘Dead End’, 12:10 minutos de trance, de largo el mejor tema de estos suecos, inolvidablle.

Cuatro años más tarde Witchcraft dejan Rise Above Records y publican “Nucleus” (2016, Nuclear Blast Records), con Tobias Anger al Bajo y Rage Widerberg en la batería a bordo, Magnus Pelander emprende un nuevo viaje por la psicodelia del sonido viejo, crudo y sincero, acentuando los nexos existentes entre el Stoner, el Doom y el Metal Clásico, con las guitarras hablando un lenguaje que solo estos suecos podrían establecer, ahí está ‘Malstroem’, para demostrarlo, luego de su acústica entrada rompe vientos con pesados riffs cual cadenas de los condenados se arrastran oscuras por el ambiente místico de lo desconocido. ‘The Outcast’ es una de las gemas del disco, folk/prog alegre, clásico y valiente, con un Pelander poniendo toda la carne en el asador, con el mejor solo de guitarra que se dispara intempestiva, el teclado suntuoso, contumaz golpeteo de sus baterías demostrando que Rage Widerberg calza perfecto en este género que los suecos no lo inventaron pero lo definieron y lo expanden ahora, el final de este tema tiene una genialidad. Por su parte, el tema ‘Nucleus’ que da título al disco arremete con sus imponentes 14 minutos que nos recuerda porqué estamos aquí, escuchando este sonido rancio, pesado y lleno de oscuridad, esencia de una epoca que marco la musica, cuando los artistas no se refugiaban en arreglos excesivos o producciones refinadas que disfrazan el talento, la voz de Magnus Pelander protagonista, sutil al inicio y tornándose más agresiva al lograr mayor intensidad en el trayecto, pero sin exceso, dejando espacio al desarrollo de los demás instrumentos, las guitarras construyendo una estructura magnificente de una canción que es el núcleo de este trabajo.

Pero tambien hay lugar para la psicodélica ‘To Transcend The Bitterness’, llena de una locuaz y psicótica guitarra que te atrapa y juega con tus sentidos, la voz magnificente de Pelander realizando quiebres intempestivos llenos de brillantes, con cada palabra pronunciada con completa claridad, el bajo de Tobías Anger, contundente.

Ya para ‘Helpless’, el cerebro es frágil y moldeable, lo rudimentario del sonido de las cuerdas llenan de fantasía a un tema sencillo de una idea que no se agota, sino destila un fuego místico que nos abraza y abriga. Memorable la voz y el equilibrio entre los sonidos limpios y el triturante de la guitarra.

‘Breakdown’ continua desde donde terminó ‘Helpless’, con ese hipnótico sonido del riff que lidera, oscuro, repicante, sucio, esquizofrénico, que te atrapa como a una ave frágil, no permitiendo continúe su vuelo hasta morir exhausta en la palma de la mano de estos Witchcraft, que por accidente se encontraron con la genialidad.

 
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