Kvelertak, en su
carrera meteórica y pese a su corta vida, ya tiene preparado y
disponible su tercer álbum de estudio, titulado “Nattesferd”, una liturgia de furia y autenticidad perfectamente
balanceada entre el black-metal y el rock nórdico, que sumándolo a sus discos
antecesores (Producidos por Kurt Ballou de Converge), hacen de Kvelertak un prodigio del nuevo milenio. Sus giras con Slayer, Anthrax, High On Fire, Mastodon, Gojira, etc…sus bestiales
actuaciones en los mejores festivales de metal y rock, su reciente fichaje por Roadrunner Records a nivel mundial y
la contratación de Nick Perry
(Turbonegro, The Libertines, Robyn Hitchcock, etc….) como productor para
este último disco, son muestras claras e irrefutables de que el quinteto
noruego está yendo a por todas y que quiere conquistar el mundo. Su letargo discográfico
ha durado 3 años desde “Meir” y
muchos lo esperábamos con los brazos abiertos, ya que este sexteto noruego es
una de las bandas más innovadoras del panorama musical extremo, el grano entre
tanta paja.
Kvelertak siguen siendo abanderados
de su propio sonido, son inimitables y lo demuestran con otros 9 temas,
redondos y equilibrados, ricos en matices, donde se han trabajado mucho las
melodías sobre los riffs más rockeros y acelerados. Con este tercer disco, el
grupo se hace más consistente, menos visceral que en sus anteriores trabajos,
dando como resultado un disco más complejo en lo compositivo, más variado, más
meditado y más abierto estilísticamente también. Por lo demás siguen siendo
ellos, los mismos que nos volaron los sesos con su debut “Kvelertak” en 2010, los mismos que revolucionaron el metal
escandinavo primero y europeo después, los que no suenan a nadie más. Heavy,
rock, black, punk… todo junto.
Un
grupo en su momento, en estado de gracia y que traerá un repertorio de infarto
y muy rodado, tal y como comentaba su cantante en una reciente entrevista: “Durante
la gira con SLAYER estuvimos introduciendo algunos de los nuevos temas y parece que calaron
bastante bien. Es algo divertido para nosotros el tocar algo nuevo y ver que
funciona. Es simplemente genial el poner algo nuevo encima de la mesa en vez de
estar tocando las mismas cosas siempre, es lo que hemos estado haciendo durante
el último par de años. Es lo que le da a la gente un motivo para salir y que
vengan a vernos”.