10 de Febrero del 2012 ha sido la fecha que MOTORPSYCHO ha elegido para publicar su última joya, bajo el título “The Death Defying Unicorn”. Un disco que va un paso más allá en la ya de por si dilatada carrera de unos de los grupos más auténticos y arriesgados que se pueden encontrar en activo. La sensación conceptual y por momentos operística recorre el disco desde el minuto 0, demostrando la calidad compositiva y creativa de este grupo conducido por un trío de ases, cada uno único en lo suyo: Hans Magnus, Bent Saether Kenneth Kapstad (aunque en algunas ocasiones se rodeen de amigos y compañeros de carretera para algunas grabaciones y conciertos).
Inventivos e inclasificables noruegos, los músicos que se esconden bajo el proyecto Motorpsycho llevan desde inicios de los 90 dando a luz discos de una enorme profundidad que se manifiesta en una variada mezcla de sonido y actitud Rock, Grunge, Indie y Experimental con toques de música más pesada tipo Stoner o similares, Progresivo y Psicodelia.
Pero con el álbum “Let Them Eat Cake” (2000), dejaron fuera su faceta más Hard Rock para dar paso a sonidos más ligeros, ricos, diversos y dispersos pero eso sí, siempre hundiendo sus raíces en la música de finales de los sesenta y principios de los setenta.
Contemporáneos de Union Carbide Productions (Grupo anterior de The Soundtrack Of Our Lives) Motorpsycho es una banda que lleva más de 20 años de carrera y que sorprendió a fans y gente curiosa en su anterior visita a España (Gira presentación del "Heavy Metal Fruit" (2010,Stickman Records). Para aquellos que disfrutamos de discos tan clásicos como "Dark Side Of The Moon" de Pink Floyd, o no tenemos ningún prejuicio a la hora de escuchar música, puede llegar a ser una experiencia de lo más gratificante.
Algo que destaca de este disco son las estructuras musicales con las que juegan, tan impredecibles como efectivas, necesitan de varias escuchas para ser verdaderamente apreciadas. Con cada escucha se descubre cosas nuevas, llegando a pensar en ocasiones que Motorpsycho son músicos de jazz reconvertidos al rock donde la experimentación juega un papel muy importante. Un disco para hacer volar la imaginación y es que entra tan bien que es fácil dejarse llevar mientras la música hace el resto.
